EMSELLA: la silla que está transformando la rehabilitación del suelo pélvico
Repasamos qué beneficios aporta este tratamiento no invasivo, cómo funciona, cuándo se recomienda y en qué situaciones está contraindicado.
El suelo pélvico es una de las estructuras más importantes del cuerpo, especialmente en la vida de una mujer. Sostiene órganos, participa en la continencia urinaria y fecal, influye en la función sexual e incluso tiene impacto en la postura. Sin embargo, durante la perimenopausia y la menopausia, esta musculatura puede debilitarse por los cambios hormonales, partos previos o simplemente por el envejecimiento natural de los tejidos a lo largo del tiempo. En este contexto, EMSELLA se ha convertido en una herramienta innovadora para la rehabilitación del suelo pélvico. Un tratamiento no invasivo que ayuda a recuperar fuerza y funcionalidad sin dolor y sin necesidad de realizar esfuerzo activo.
¿Qué es EMSELLA y cómo actúa sobre el suelo pélvico?
EMSELLA es un dispositivo médico en forma de silla que utiliza energía electromagnética de alta intensidad (HIFEM) para estimular la musculatura del suelo pélvico en profundidad. Popularmente conocida como “la silla EMSELLA”, permite realizar miles de contracciones musculares intensas en una sola sesión, algo que no sería posible mediante ejercicios voluntarios tradicionales.
La energía que emite llega a capas musculares más internas, facilitando el reclutamiento de fibras y mejorando el tono muscular. No sustituye la fisioterapia, pero sí la complementa y potencia sus resultados, especialmente en mujeres que llevan tiempo con debilidad muscular o que necesitan una recuperación más eficaz.
Beneficios en la rehabilitación del suelo pélvico
Los beneficios de EMSELLA están ampliamente documentados y se relacionan con su capacidad para activar y fortalecer toda la musculatura pélvica de forma global. Algunos de los más destacados son:
- Reduce la incontinencia urinaria
Los estudios muestran que EMSELLA reduce las pérdidas de orina, tanto las que aparecen al toser o hacer esfuerzo como las que surgen por urgencia o de forma mixta. Al mejorar el soporte muscular, el control urinario aumenta y muchas mujeres notan una diferencia clara en su día a día.
- Recuperación del tono y la fuerza muscular
Tras pocas sesiones, muchas mujeres notan una mayor sensación de control y estabilidad interna. En la menopausia, donde la caída de estrógenos disminuye la elasticidad de los tejidos, esta recuperación puede marcar un cambio importante en calidad de vida.
- Mejoría en la función sexual
Al fortalecer la musculatura profunda del suelo pélvico, algunas mujeres experimentan más sensibilidad, mejor respuesta y una percepción más positiva de su propio cuerpo.
- Un complemento eficaz a la fisioterapia del suelo pélvico
EMSELLA no sustituye el trabajo personalizado de un fisioterapeuta, pero sí acelera la reeducación muscular, mejora la capacidad de activar correctamente la zona y hace que los ejercicios sean más eficaces.
¿Para quién está indicado el tratamiento con EMSELLA?
Este tratamiento puede ser especialmente útil en mujeres que presentan:
- Debilidad del suelo pélvico asociada a la menopausia.
- Incontinencia urinaria leve, moderada o mixta.
- Sensación de “peso” o falta de control en la zona pélvica.
- Recuperación posparto (previa valoración).
- Disfunciones sexuales relacionadas con la falta de tono muscular.
También es una alternativa adecuada para mujeres que tienen dificultad para activar la musculatura de forma voluntaria o que buscan un apoyo extra dentro de su plan de rehabilitación.
En máxima, el uso de EMSELLA se integra dentro de un acompañamiento coordinado entre ginecología, entrenamiento y fisioterapia, adaptado siempre a las necesidades de cada mujer.
¿Te interesa probar la silla EMSELLA? Comenta tus síntomas con nuestra Enfermera Coach.
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Cómo se realiza una sesión con la silla EMSELLA
Las sesiones son cómodas, rápidas y no requieren desvestirse. La mujer se sienta en la silla EMSELLA durante unos 30 minutos mientras el dispositivo emite pulsos electromagnéticos que generan contracciones intensas y profundas.
Durante el tratamiento se puede notar una vibración o movimientos involuntarios de la musculatura, pero no dolor. Al no ser invasivo, permite continuar con las actividades del día sin ninguna molestia posterior.
Un protocolo habitual incluye entre 6 y 8 sesiones, dos veces por semana. La frecuencia y duración se ajustan tras una valoración médica o fisioterapéutica para asegurar un tratamiento personalizado.
Contraindicaciones y situaciones en las que no se recomienda
Aunque EMSELLA es un tratamiento seguro, existen situaciones en las que no debe aplicarse. Entre las contraindicaciones más frecuentes se encuentran:
- Marcapasos u otros dispositivos electrónicos implantados.
- Embarazo.
- Hemorragias activas en la zona pélvica.
- Implantes metálicos cercanos al área de aplicación.
Tampoco se recomienda cuando hay dolor pélvico sin diagnóstico o en presencia de infecciones vaginales o urinarias hasta que estén tratadas.

EMSELLA o ejercicios de suelo pélvico: ¿qué opción necesito?
Las dos opciones pueden convivir perfectamente. Los ejercicios de suelo pélvico son esenciales a largo plazo, especialmente cuando se realizan con acompañamiento especializado. Pero no todas las mujeres logran activar esta musculatura de forma correcta, y ahí es donde EMSELLA puede ser una ayuda importante.
Puedes pensar en EMSELLA como un “acelerador” que facilita la reeducación muscular. Tras el tratamiento, muchas mujeres notan que pueden realizar mejor los ejercicios voluntarios, lo que permite mantener y potenciar los resultados.
En mujeres en menopausia, donde los tejidos suelen estar más debilitados, esta combinación suele ofrecer resultados especialmente positivos.