Los 34 síntomas de la premenopausia que debes conocer
Señales de que tu salud hormonal está empezando a cambiar y que suelen pasar desapercibidas.
La premenopausia es el inicio del cambio hormonal que precede a la menopausia. Durante esta etapa, los ovarios todavía funcionan con normalidad, pero comienzan a producir hormonas de forma menos constante. Estas pequeñas fluctuaciones pueden generar los primeros síntomas de desequilibrio hormonal, incluso cuando los ciclos menstruales siguen siendo regulares. Muchas mujeres los viven sin identificarlos como parte del climaterio, por eso, en este artículo te explicamos los 34 síntomas más frecuentes de la premenopausia, por qué aparecen y cómo puedes abordarlos.
¿Qué es la premenopausia y a qué edad comienza?
Como te adelantábamos, la premenopausia es la fase inicial del climaterio, un periodo en el que comienzan a producirse cambios hormonales leves pero reales que pueden impactar en distintas funciones del cuerpo, como el sistema neuroendocrino, el metabolismo, la salud ósea, la energía o la esfera sexual.
Suele comenzar alrededor de los 40, aunque su inicio depende de factores genéticos, ambientales y del estado de salud general de cada mujer. Más allá de la edad, lo que define esta etapa es el inicio de una disfunción ovárica leve, caracterizada por un descenso intermitente de estrógenos y progesterona, pero con ovulación aún activa.
Reconocerla a tiempo permite actuar de forma preventiva: consultar con un equipo médico especializado, ajustar hábitos de vida y evitar que los síntomas se intensifiquen en la siguiente fase, la perimenopausia.
Los 34 síntomas de la premenopausia
Los síntomas de la premenopausia pueden ser sutiles al principio, pero tienden a evolucionar si no se identifican y abordan a tiempo.
Cambios neuropsicológicos
Alteraciones emocionales y cognitivas.
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Cambios de humor.
- Tristeza, depresión leve o sensación de desánimo.
- Falta de concentración.
- Problemas de memoria.
- Niebla mental.
- Fatiga persistente.
- Problemas para dormir (insomnio o sueño no reparador).
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Síntomas vasomotores y neurosensoriales
Alteraciones comunes en la regulación de la temperatura y percepción sensorial.
- Sofocos.
- Sudores nocturnos.
- Mareos y náuseas.
- Palpitaciones.
- Migrañas o dolor de cabeza.
- Cambios en el gusto u olfato.
- Hormigueo en manos o pies.
Cambios en el ciclo menstrual
Modificaciones en la duración, flujo y regularidad de la menstruación.
- Variación en la duración del ciclo menstrual y en la cantidad de sangrado (aumento o disminución).
- Síntomas premenstruales intensificados.
- Ciclos sin ovulación (anovulatorios).
- Disminución de la fertilidad.
Síntomas musculoesqueléticos y óseos
Molestias relacionadas con huesos y articulaciones por pérdida progresiva de masa ósea.
- Dolores en las articulaciones.
- Disminución de la densidad ósea (osteopenia temprana).
Cambios urogenitales y sexuales
Síntomas vinculados a la mucosa vaginal y el tracto urinario.
- Infecciones urinarias recurrentes.
- Ardor o escozor al orinar.
- Incontinencia urinaria.
- Cambios en el apetito sexual.
- Molestias o dolor durante las relaciones sexuales.
Cambios físicos y metabólicos
Efectos visibles en piel, cabello, uñas y metabolismo general.
- Cambios en el peso (ralentización del metabolismo).
- Hinchazón y retención de líquidos.
- Dolor o sensibilidad en los senos.
- Caída de cabello.
- Sequedad de las mucosas (vaginal, ocular, oral).
- Piel seca o con picor.
- Uñas quebradizas.
¿Cómo saber si estás en premenopausia?
Detectar la premenopausia no siempre es sencillo. Como los ciclos menstruales siguen presentes, el diagnóstico se basa más en la evaluación clínica y sintomática que en un análisis aislado de hormonas.
Las mediciones de FSH (hormona foliculoestimulante, responsable del crecimiento de los folículos ováricos) y estradiol (principal hormonal sexual femenina del grupo de los estrógenos) pueden orientar, pero no son concluyentes si no se interpretan junto al contexto clínico. Por eso, el diagnóstico debe considerar el conjunto de síntomas, la evolución de los ciclos y la historia médica general.

Existen cuestionarios de salud hormonal validados que pueden servir como guía inicial, aunque siempre deben ser interpretados por un profesional especializado en menopausia o endocrinología ginecológica.
¿Qué hacer si estás en premenopausia?
La premenopausia no es una etapa para “aguantar”, sino una oportunidad para empezar a cuidar tu salud hormonal a largo plazo. Estas son algunas de nuestras recomendaciones clave:
- Consulta especializada: un equipo médico especializado en menopausia o formado en salud hormonal femenina puede ayudarte a evaluar tus niveles hormonales, tus síntomas y tus factores de riesgo.
- Hábitos que acompañan: una alimentación equilibrada rica en proteínas, grasas saludables y fitoestrógenos naturales; ejercicio regular para mantener masa muscular y salud ósea; y un descanso de calidad son pilares fundamentales.
- Gestión emocional: el acompañamiento psicológico y las prácticas de mindfulness o meditación pueden ayudarte a abordar los síntomas emocionales.
- Suplementación y tratamiento hormonal: bajo supervisión médica, pueden valorarse opciones no hormonales o terapia hormonal personalizada según tus síntomas, edad, perfil de riesgo y deseo reproductivo.
- Prevención integral: s recomendable llevar un seguimiento ginecológico anual y mantener actualizados los análisis clínicos básicos. En esta etapa, también conviene llevar un control más cercano de la salud cardiovascular, ósea y metabólica.
La clave está en anticiparte: cuidar tu equilibrio hormonal ahora puede marcar la diferencia en cómo vivas la perimenopausia y la menopausia.